Misioneros Afros Ecuatorianos celebran su 20º aniversario
Con mucho fervor y entusiasmo la Comunidad de los Misioneros Afros de Guayaquil realizaron públicamente, en ceremonia Litúrgica presidida por Mons. Iván Minda, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guayaquil, su juramento de renovación (12 personas), y primer compromiso (2 personas) como miembros de la Hermandad Misionera Afro, bajo el fundamento y aspiración de ser "Una sola alma y un solo corazón que ama y da la vida por los Negros". Lema que hace 20 años (1997) marcó el caminar de un grupo de mujeres (5); que luego de varias reflexiones bíblicas se comprometieron en hacer algo por su pueblo Negro que se encontraba en los suburbios y en el norte de Esmeraldas (zonas rurales) en estado de abandono social y pastoral.
Inspirados, espiritual y pastoralmente por el texto bíblico de los Hechos de los Apóstoles 4; 32-37, buscan valorar las cualidades individuales, asociarlas en la Hermandad y ofrecerla a la misión como valor para el pueblo Afro. La mística y la razón de ser, como Hermandad Misionera, es impulsar la Pastoral Afro, es decir, amar al pueblo negro descubriendo en cada uno la belleza de la Dignidad Humana creada por Dios, como lo descubrió Daniel Comboni, en su tiempo y geografía Africana, y que hoy vive institucionalmente en la Congregación Misioneros Combonianos.
La celebración se realizó en las instalaciones del Centro Cultural Afro con amigos, familiares y todos los misioneros. Cabe destacar que el Padre Provincial de los Misioneros Combonianos envió un documento oficial para la ocasión: "Este mensaje tiene como finalidad hacerles llegar mi más cordial felicitación por sus 20 años como Hermandad Misionera Afro. Esto se dice fácil, pero cuántos esfuerzos, luchas esperanzas, alegrías y sufrimientos, éxitos y dificultades... sembrados a lo largo del camino. 20 años enfrentando desafíos con sus fiestasy sus duelos, ahora finalmente convertidos en bendiciones del amor de Dios, para ustedes su comunidad y sus seres queridos. (...) les prometo celebrar hoy la Santa Misa, a la misma hora que ustedes, para alabar al Señor y pedirle les conceda los dones que más necesiten. Gracias de nuevo. La Cruz Victoriosa del Buen Pastor les acompañe en su salida hacia las periferias, en búsqueda de la oveja perdida o de los más golpeados al borde del sendero. Vale la pena gastar la vida por Cristo y por los más pobres. Un abrazo grande y comunión en la oración". (P. Rafael González Ponce MCCJ.)
Con estas palabras y las siguientes expresiones de agradecimiento, se cerró la celebración y empezó el nuevo año pastoral para cada misionero, augurando que la fuerza del Cristo Negro nos anime y acompañe.